Además, González Santín considera que se deben unir criterios en infraestructuras -con independencia de la titularidad y del tipo de vía- “porque es necesario que para garantizar la seguridad de los usuarios hay que acondicionar sendas en tramos que suponen peligro, y garantizando su buen estado, adecuando la señalización dentro del itinerario, homogeneizándola y mejorándola, con independencia de su titularidad”.

Todos los grupos políticos apoyaron la puesta en marcha de este llamado Plan de mejora de la movilidad en el Camino de Santiago, a través de una Proposición No de Ley.

González Santín ha argumentado que la afluencia de peregrinos se incrementa año tras año “existiendo muchas y muy diversas maneras y modos de transitar por lo que resulta imprescindible una adecuada infraestructura que las soporte, dando plena seguridad”. Y que por otro lado, el Camino discurre dentro de una misma provincia por distintas vías y de distinta titularidad y se pasa en pocos metros de “tramos perfectamente adaptados con sendas para caminantes, a carriles para bicicletas, aceras para peatones, a otros que por el contrario discurren por carreteras nacionales y autonómicas en las que ni existen arcenes, ni quitamiedos que den seguridad al peregrino, al vecino y al tráfico rodado que circula por ellos, poniendo como ejemplo la mítica etapa de subida al O’ Cebreiro, que discurre por el municipio de Vega de Valcarce”.